Alrededor de un 30% de los españoles tienen muchas dudas sobre el consumo recreativo del cannabis. Muchos lo han probado y conocen sus efectos.
En los ochenta y los noventa, el diario británico The Independent defendió en varios artículos la legalización del cannabis y otras drogas blandas. En la siguiente década cambió de criterio y pidió disculpas a sus lectores por su posición previa, comenzando a defender nuevamente justo lo contrario: mantener la prohibición.
Analizando con perspectiva estas idas y venidas, sobre la planta más famosa de la historia, del diario The Independent, podemos decir que es evidente, que nada es blanco o negro y que los efectos del cannabis sobre la sociedad son bastante menos preocupantes que los estragos que producen otras drogas legales con las que convivimos con total normalidad, como lo son el tabaco y el alcohol.
Sí, es verdad que el ser humano ha utilizado las drogas recreativas desde que existen, y que solo la evolución histórica justifica que el cannabis se persiga y que en todas las celebraciones de la vida privada o pública siempre brindemos con alcohol y/o nos fumemos un puro en el sentido legal de la afección.
La marihuana lleva siglos aquí pese a la prohibición. La forma en que hemos hecho descender los muertos en carretera por culpa del alcohol o del cáncer por el tabaco no ha sido prohibiendo estas sustancias, sino informando a sus consumidores.