Qué hacer con el uso de sustancias que alteran nuestro comportamiento. Uno de los casos más complejos para decidir es el del cannabis y sus derivados. Las Academias de Ciencias de Estados Unidos acaban de publicar un informe, dando respuestas a algunas de las preguntas que se nos pueden plantear a tal respecto.
El estudio se centra en sus posibles efectos sobre la salud documentados desde 1999, tanto positivos como negativos. Son más de 20.000 documentos de los que los autores del estudio consideran significativos unos 10.000. El informe considera demostrado que los derivados del cannabis pueden ayudar a reducir el dolor y los efectos de los tratamientos contra el cáncer como los vómitos y que su consumo no está asociado en la aparición del cáncer como si lo es en el caso del tabaco. En cambio, concluye que hay evidencia sustancial en el riesgo de sufrir accidentes laborales o de tráfico.
En el caso del cannabis, preocupa el abuso y los efectos sobre los jóvenes. Muchos estados prohibieron el consumo, lo que ha dado lugar a un mercado clandestino millonario. La actual tendencia es permitir el uso terapéutico y dejar que los adultos tomen sus decisiones. La solución no parece ser una prohibición absoluta. Seguramente habrá que seguir obteniendo datos y discutir qué vamos haciendo.
Para poder consultar de forma directa con detalle dicho informe (en inglés) hacer clic AQUÍ