Es un avance lento, pero la regulación del cannabis parece estar cada día más cerca. En España la presión aumenta sostenida por los aproximadamente cuatro millones de personas (un 10% de la población entre 15 y 64 años) que declaran año tras año que consumen cannabis. Un 7,6% lo fuma cada mes, según datos del Ministerio de Sanidad.
El mapa del consumo patrio muestra picos de fumadores en el arco del mediterráneo: Baleares (10,8%), la Comunidad Valenciana (10,9%) y Cataluña (8,7%) son, junto a Madrid (8,4%) y La Rioja (8,9%), las Comunidades donde más se fuman canutos.
La estadística también rompe algunas ideas preconcebidas, como que la proximidad geográfica hace más cotidiano el uso y conlleva un alto índice de compradores y consumidores de cannabis.
Así pues, están por debajo de la media nacional: Andalucía (7%), Ceuta (6,4%) y Melilla (3% el menor porcentaje de toda España), que son las más próximas a Marruecos, que es de donde proviene, a priori, la mayoría del hachís que se consume en España.
Curiosamente, Melilla, con solo un 3%, es la ciudad/comunidad que tiene el menor porcentaje en el consumo de cannabis de toda España.