La historia del cannabis es la de su relación con el ser humano. Hace miles de años nuestros antepasados comenzaron a cultivar la planta, así que podríamos decir que el inicio de la humanidad se vincula al consumo de esta.
Esta larga historia comienza con nuestros antepasados, que poco a poco fueron descubriendo las plantas comestibles y las que tenían propiedades místicas y terapéuticas. Hay autores que afirman que el inicio de la humanidad está relacionado con el inicio del consumo del cannabis que fue decisivo en nuestra evolución. Tanto es así que nuestro propio cuerpo tiene su propio sistema endocannabinoide.
El cannabis es originario de Asia central y se comenzó a cultivar en el Neolítico (hace unos 7000 a 3000 años a.C.) extendiéndose en primer lugar hacia el este (China) y posteriormente hacia el oeste (Europa).
Así pues, la planta llega a Europa en el Neolítico, adaptándose para diferentes fines desde alimenticios hasta religiosos. Durante las edades del bronce y del hierro el cannabis se utilizó en las ceremonias sepulcrales de muchas tribus y pueblos de la Europa central, así como en la realización de muchos rituales religiosos.
La expansión antes de Cristo (a.C.)
La planta siguió propagándose gracias a la cultura del Vaso Campaniforme, que se extendió desde las etapas neolíticas, asociada al inicio de la metalurgia, hasta la Edad del Hierro. Los análisis polínicos indican que había cannabis en el norte de lo que hoy en día son Grecia e Italia, así como en el mediterráneo occidental. En Totana (Murcia) se encontró una tumba del período de la edad de cobre de una mujer que estaba envuelta en una venda de cáñamo. Así pues, podemos afirmar que el cannabis se fue expandiendo gracias a las tribus indoeuropeas desde el 4000 al 1000 a.C.
Posteriormente con la aparición de las culturas hibridas que se expandieron rápidamente, gracias al uso del caballo y el carro, el cannabis termino por asentarse en todos los lugares del viejo mundo.
El cannabis fue muy conocido tanto en China como en la India. Aparece en tratados médicos chinos del siglo I y es mencionado en los Vedas, los cuatro textos más antiguos de la literatura india, como la sustancia favorita de Indra.
No cabe decir que el cannabis fue utilizado por los pueblos egipcios, asirios, escitas o cartagineses, pasando al imperio romano como un elemento apreciado para amenizar las reuniones sociales.
Los primeros documentos y publicaciones
Durante la Edad Media, en el siglo VI, se editó el Constantinopolitanus, un libro de botánica donde se incluye el dibujo más antiguo que se conoce de la planta de cannabis y Aecio de Amida, médico bizantino del emperador Justiniano I, redactó una enciclopedia médica de 16 tomos, el Tetrabibloi, en donde se describen las propiedades del cannabis.
Durante los siglos VII hasta el siglo XIV fue utilizado en el Islam hasta que comenzó a tildarse el hachís como propio de sufíes y de asesinos. Algo similar ocurrió en territorio europeo a partir del siglo V, en donde el cristianismo comenzó a prohibir cualquier sustancia que era vista como propia de los seguidores de Satán. El cannabis era utilizado en ungüentos de brujas y fue prohibido expresamente en una bula papal de Inocencio VIII en 1484.
No obstante, no desapareció pues era una planta muy importante en la elaboración de fibras tanto para vestimenta como para las sogas de los barcos y para el papel de los libros.
El salto al otro lado del charco
Si bien el cáñamo entró en América a partir del siglo XVI para ser utilizado principalmente en la elaboración de fibras, la mano de obra esclava estaba más interesada en sus propiedades psicoactivas. La llegada masiva de esclavos a Brasil se inició en la segunda mitad del siglo XVI. Los esclavos angoleños llevaron cannabis a las plantaciones del noreste de Brasil, donde la planta se adaptó a la perfección.
En buena lógica, para mantener, dentro de lo posible, el control sobre sus esclavos, los colonos portugueses permitieron que entre las cañas de azúcar cultivasen su maconha (palabra de origen angoleño para denominar a la marihuana).
El cannabis era utilizado por la población esclava con fines religiosos y con fines festivos en sus cortos periodos de inactividad. Este consumo pasó de Brasil al Caribe a finales del siglo XIX.
A partir del siglo XIX volvió a ponerse de moda el consumo de cannabis en Europa gracias a las tropas napoleónicas que estuvieron en Egipto.
El primer estudio de laboratorio sobre el cannabis se publicó en 1803 por el doctor Virey, que intentó en vano encontrar el principio activo de dicha sustancia.
Los primeros consumidores de hachís fueron escritores, poetas y artistas que pensaban que el hachís podría mejorar su creatividad.
Hacia 1835 el pintor Boissard y Moreau de Tours fundaron el Club de los Hashichins con la finalidad de llevar a cabo investigaciones psicológicas, y con la esperanza de poder utilizar el cannabis en el tratamiento de algunas enfermedades mentales. Pertenecieron a este club Baudelaire, Dumas, Gaultier, Merimeé, Delacroix, Meissonier, Nerval, Daumier o Flaubert.
La historia aquí no se acaba y la concluiremos en nuestra próxima publicación del BLOG, así que estar atentos para saber como acaba este relato 😊